"Cuida tus pensamientos porque se volveran palabras.

Cuida tus palabras porque se volveran actos.

Cuida tus actos porque se haran costumbre.

Cuida tus costumbres porque forjaran tu caracter.

Cuida tu caracter porque formara tu destino.

Y tu destino sera tu vida."

Mahatma Gandhi

lunes, 14 de junio de 2010

EL BAMBÚ


No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha, requiere de buena semilla.Buen abono y riego constante. Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo trasforma en no apto para impacientes. Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas, la planta de bambú crece más de 30 metros. ¿Tarda sólo seis semanas crecer? No, por cierto no. La verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces, que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener, después de ese período. Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas veces tratamos de encontrar soluciones rápidas, soluciones apresuradas sin entender que el éxito es simplemente, el resultado del crecimiento interno y que éste requiere de tiempo. Quizás por la misma impaciencia, cuando aspiramos a resultados en el corto plazo, abandonamos súbitamente justo, cuando ya estábamos a punto de conquistar la _meta_. Resulta tarea difícil convencer al impaciente, que sólo llegan al éxito, aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado. De igual manera es necesario entender, que en muchas ocasiones, estaremos frente a situaciones en las que creeremos, que nada está sucediendo y esto puede ser extremadamente frustrante. Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste, al fin se materialice. El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia. Si no conseguís lo que estas buscando, date tiempo, quizás sólo estés echando raíces.. Autor -desconocido

2 comentarios:

  1. Me encantó, Naty. A veces es cuestión de darnos tiempo, y a veces ese tiempo no pasa más. Pero me gusta pensar que ese tiempo no es tiempo perdido, sino que estamos echando raíces.
    Te mando un beso enorme y adelante con el blog!

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  2. Gracias Ana! Tenes razon que parece que a veces el tiempo no pasa mas, ultimamente parece que tengo un reloj de arena que se atasco en la mitad!!! Pero como dice El Bambu ..."Date tiempo, quizas solo estes echando raices..." Besitos

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